Autor: Renzo Castillo Bobadilla Jefe Comercial de Soluciones Industriales – CIPTECH
La industria de alimentos y bebidas se vuelve cada vez más competitiva y compleja. Las expectativas cambiantes de los consumidores impulsan la creciente demanda de productos saludables y a su vez sustentables, mientras que las empresas se encuentran en un constante desafío para optimizar temas de abastecimiento, cumplimiento de requerimientos regulatorios entre otros para formular y entregar productos que respondan a las tendencias del mañana.
La coyuntura pandémica, trajo entre otras cosas, que los consumidores consideren dar un significado extra de salud y bienestar a sus alimentos. Buscar el lugar de donde se obtienen los ingredientes y dónde se elaboran los productos, ahora juega un papel importante para alinearse a un estilo de vida cada vez más saludable.
Las tendencias de salud y bienestar estaban enfocadas en mantener indicadores bajos en carbohidratos, grasas y azúcares, un etiquetado limpio u orgánico. Sin embargo, actualmente los consumidores están adoptando un enfoque multifacético y diferente al buscar mejoras en sus alimentos, haciendo que la adopción de tendencias sea menos rígida y más personalizada.
Los equipos de desarrollo de productos están siendo desafiados a elaborar nuevamente la ecuación de valor, la cual trata de ofrecer una combinación exacta de beneficios para el consumidor que genere lealtad a la marca y poder en la fijación de precios, manteniendo siempre en cuenta el sabor como tema primordial, la familiaridad y preferencia de marca, tres de los cinco motivadores de compra más importantes que indican los consumidores.
Redefinir el valor se convierte en una de las tendencias, donde las marcas además de buscar innovación deben luchar al mismo tiempo contra una mayor inestabilidad política y económica. A pesar de ello, estos factores se convirtieron en la segunda mayor preocupación para los consumidores en 2022, ya que la salud del planeta sigue siendo el principal problema y preocupación mundial, y las presiones financieras están provocando un aumento de los comportamientos ecológicos, de donde se rescatan temas claves como las compras a granel, preferencia por marcas privadas, cocinar desde cero, reducir el gasto en artículos de lujo, relación precio-calidad y comprar menos artículos, entrando dentro de comportamientos de consumidores jóvenes que crean tendencias y definen lo que los mercados deberían ofrecer.
Una gastronomía más verde se presenta como oportunidad para expansión y diversificación en el mercado de 2023. La curiosidad pública por tecnologías innovadoras como la agricultura vertical y regenerativa está en aumento, al igual que la preferencia por comprar frutas y verduras en los mercados de agricultores que en las grandes tiendas.
La era digital por la que atravesamos permite a las marcas ofrecer experiencias de realidad aumentada, donde la vida real se mezcla con experiencias digitales. Esto parece ser la clave para llegar a consumidores más jóvenes quienes, a su vez, coinciden con sentirse más involucrados con los retos de una marca para lograr la sostenibilidad, cuando estas establecen una comunicación honesta con sus clientes.
La espera de los consumidores por recibir una comunicación transparente y fácil de entender en las etiquetas de los alimentos y bebidas ha hecho que los productos comiencen a mostrar información nutricional en sus etiquetas, ya sea por regulaciones gubernamentales o por inclusión voluntaria, educando de esta manera al cliente final.
Entonces la oportunidad de tener la responsabilidad de realizar empaques y envolturas dentro de la línea de producción será entonces uno de los puntos más importantes para lograr una llegada certera a los consumidores, quienes solicitan cada vez una mayor y mejor información sobre los alimentos y bebidas que encuentran en el mercado y que de acuerdo con sus características se convertirán en un gran factor decisivo para motivar la compra.
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