Autor: Portal Wired
El sustituto de azúcar usado en la producción de goma de mascar y bebidas carbonatadas, conocido como aspartamo, está a punto de ser aceptado como posible cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto ha sido informado por fuentes cercanas a agencias de noticias como Reuters y EFE.
El aspartamo es uno de los principales edulcorantes artificiales usados en la industria alimentaría para crear productos bajos en calorías que conserven su sabor dulce. Fue descubierto en 1965 a partir de la unión del ácido aspártico y la fenilalanina, y tiene la propiedad de ser hasta 200 veces más dulce que el azúcar común, sin contener energía extra.
Más de 6 mil productos en el mercado contienen el sustituto de azúcar, entre los que destacan bebidas bajas en calorías, yogures, postres, repostería, pastillas y chicles. Luego de una intensa investigación por parte del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), una sub-agencia de la OMS, los científicos lograron relacionar el consumo del aspartamo con la aparición de células cancerígenas en el cuerpo.
A mediados de julio de 2023, el CIIC de la OMS sumará el aspartamo como una sustancia con posible efecto cancerígeno. El edulcorante era catalogado como producto de consumo seguro, por los organismos reguladores internacionales.
Al mismo tiempo, el Comité de Expertos de Aditivos Alimentarios (CEAA) de la OMS reevaluará sus propias recomendaciones de consumo límite de aspartamo. Desde 1981, la CEAA argumenta que el sustituto de azúcar solo es peligroso si una persona adulta bebía más de 12 latas de refresco dietético al día. Las resoluciones del CIIC y de la CEAA serán complementarias y ambas se publicarán a mediados de julio de 2023. Una fuente anónima citada por Reuters aclara que la investigación sobre el aspartamo “representará un primer paso fundamental para comprender la carcinogenicidad”.
Los componentes con potencial cancerígeno se etiquetan en niveles: cancerígeno, probablemente cancerígeno, posiblemente cancerígeno y no clasificable. Los criterios de la CIIC no consideran lo peligroso que puede ser la sustancia, sino cuánta evidencia hay sobre la relación en afectaciones humanas.
El benceno, el asbesto y el radón son elementos contundentemente cancerígenos, mientras que los androgénicos (conocidos como anabólicos) y el glifosato (el pesticida) se encuentran en la categoría de probable cancerígeno. La controversia reina en el tercer nivel donde aparecen productos de consumo humano como el aloe vera, el alcohol, la carne roja y a partir del próximo julio, el edulcorante de los refrescos de dieta.
Tras la difusión de la futura categoría del aspartamo como posible cancerígeno, la industria alimentaria ha arrojado duras críticas a la metodología de las investigaciones de la OMS y tachado de irresponsable por permitir la difusión de información confidencial. Una de sus principales preocupaciones es que la gente opte por consumir azúcar en lugar de productos con aspartamo y se eleven las tasas de obesidad.
Frances Hunt-Wood, secretaria general de la Asociación Internacional de Edulcorantes optó por desacreditar el trabajo de los científicos de la OMS. "La CIIC no es un organismo de seguridad alimentaria y su revisión del aspartamo no es científicamente exhaustiva y se basa en gran medida en investigaciones ampliamente desacreditadas” puntualizó. Tras la filtración de su resolución, la Organización Mundial de la Salud ha preferido no dar aún declaraciones oficiales.
Fuente: es.wired.com
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