Autor: Portal The Food Tech
El almidón, uno de los componentes más versátiles y fundamentales en la industria alimentaria, ha experimentado una transformación notable en las últimas décadas.
Este polisacárido es empleado tanto en su forma nativa como modificada, y su papel en la industria va más allá de ser un simple espesante o estabilizante.
La tecnología aplicada en la modificación del almidón ha revolucionado la manera en que los alimentos son procesados y conservados.
La modificación química y enzimática ha permitido una mayor estabilidad térmica y resistencia a la retrogradación, resultando en productos con mejores texturas y mayor vida útil.
La capacidad del almidón para ser adaptado en diferentes matrices alimentarias ha hecho posible su inclusión en productos dietéticos y funcionales.
Con el desarrollo de almidones resistentes, se ha logrado aportar beneficios digestivos y metabólicos, posicionando al almidón como un ingrediente clave en alimentos saludables.
La aplicación de la nanotecnología en el almidón está abriendo nuevas vías para el diseño de alimentos a medida, desde:
Esta tecnología está redefiniendo el papel del almidón en la industria.
El almidón no solo desempeña un papel en la mejora de los alimentos, sino que también contribuye a la sostenibilidad de la industria.
La utilización de fuentes de almidón renovables y la eficiencia en su procesamiento son claves en la reducción de la huella de carbono y en la promoción de una industria alimentaria más responsable.
Por lo que podemos decir que el almidón se utiliza en la industria alimentaria para:
Fuente: thefoodtech.com
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