Cuatro tendencias que revolucionan el packaging de alimentos en 2025
Autor: Yanithza Mendoza Alvarado - Equipo Industria Alimentaria
Envases inteligentes, materiales naturales, paperización y reuso: el nuevo ecosistema del packaging redefine la relación entre sostenibilidad, innovación y consumo responsable.
La industria del packaging de alimentos vive un punto de inflexión. Impulsada por la sostenibilidad, la digitalización y las nuevas demandas del consumidor, 2025 será un año clave para redefinir cómo se diseñan y producen los envases. Materiales naturales, tecnología inteligente y sistemas reutilizables se perfilan como los pilares de una transformación que busca equilibrar innovación, seguridad y responsabilidad ambiental.
A continuación, las cuatro tendencias que liderarán el empaque alimentario en 2025:
1. Plataformas conectadas: la era del “Internet of Packaging”
La digitalización da paso a envases inteligentes equipados con tecnologías como códigos QR, etiquetas NFC y sensores IoT, que permiten rastrear el producto en tiempo real. Estos empaques brindan información sobre la frescura, origen y composición del alimento, fortaleciendo la confianza del consumidor.
El uso de blockchain para garantizar la trazabilidad ya es una realidad en algunos productos cárnicos, donde cada lote puede seguirse desde la granja hasta el punto de venta.
2. Paperización: el auge del papel en reemplazo del plástico
El reemplazo de plásticos por materiales de base celulósica avanza como respuesta a la presión ambiental y social. Sin embargo, este cambio enfrenta desafíos técnicos: el papel requiere recubrimientos especiales para mantener barreras contra humedad, oxígeno o grasa, lo que puede dificultar su reciclaje. Expertos señalan que el éxito de esta tendencia dependerá de lograr recubrimientos biodegradables y fácilmente reciclables, además de adaptar las líneas de producción existentes.
3. Materiales naturales y biomateriales: celulosa y algas al rescate
El biopackaging gana terreno gracias a innovaciones basadas en celulosa, algas y subproductos vegetales. Estos materiales son biodegradables, compostables y, en algunos casos, incluso comestibles. Asimismo, las biopelículas de celulosa transparente están empezando a reemplazar los films convencionales, aportando sostenibilidad sin comprometer la funcionalidad.
4. Expansión del reuso: envases que vuelven al ciclo
El modelo de envases reutilizables se consolida como parte esencial de la economía circular. Cada vez más marcas apuestan por botellas, contenedores y frascos retornables que pueden recircular decenas de veces, reduciendo de manera significativa la generación de residuos. Este sistema exige infraestructura para recolección, limpieza y reventa, pero promete un impacto ambiental mucho menor frente al modelo “usar y tirar”.
La regulación y las metas corporativas de responsabilidad extendida del productor (REP) serán determinantes para acelerar esta transición.
El 2025 marcará un cambio profundo en el packaging de alimentos, donde la innovación tecnológica y los materiales sostenibles convivirán con un consumidor más informado y exigente. Los envases dejarán de ser simples contenedores para convertirse en vehículos de información, sostenibilidad y valor añadido dentro de la cadena alimentaria.
FUENTE: The Food Tech









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