Autor: Portal El País
Quizá a mucha gente le sorprenda, pero ya hemos entrado en una nueva era, la de la nueva carne. Ya no estamos en un tiempo donde esto se pueda poner en cuestión, los nuevos desarrollos, los productos que ya se comercializan en la actualidad y las necesidades medioambientales y como sociedad así lo confirman.
Nos encontramos en una nueva era donde la carne ya ha dejado de entenderse únicamente como un producto procedente de los animales. Ahora además puede ser vegetal y cultivada.
La revolución de la industria cárnica no solo entiende de renovación y mejora de ingredientes, sino también de optimización de procedimientos de producción y distribución, haciéndolos más eficientes, sostenibles y éticos, como por ejemplo, con el uso de nuevas tecnologías como la impresión 3D.
La carne alternativa más desarrollada e implantada en el mercado actual es vegetal. Se entiende por vegetal todas aquellas alternativas hechas a partir de fuentes de proteína vegetal, que tienen la misma textura, sabor y uso que sus análogos animales. Algunas de las proteínas más utilizadas para crear estos productos son la soja y el guisante, aunque cada vez más se utilizan ingredientes más variados.
Pese a la creciente oferta, los consumidores quieren más. Según la Encuesta de consumidores de alternativas vegetales realizada por la organización por la conciencia alimentaria ProVeg, en la que trabajo, el 29% de las personas flexitarianas encuestadas quieren ver más carne vegetal en los supermercados, siendo esta la categoría plant-based más demandada por ese segmento de población.
Las alternativas cultivadas tienen por objetivo ofrecer a los consumidores productos animales a los cuales están habituados y a los que no desean renunciar, pero con un impacto medioambiental mucho menor, además de ofrecer numerosos beneficios para la salud humana: se evitaría el uso de antibióticos por ejemplo, y significativas mejoras en términos de bienestar de los animales, ya que los productos se obtienen a partir de biopsias, sin necesidad de sacrificio ni cría intensiva.
Como se ve, estamos ya viviendo grandes innovaciones y cambios en nuestra forma de alimentarnos que, dada la insostenibilidad del actual sistema alimentario y de las previsiones de crecimiento poblacional (9.700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100, según la ONU), se trazan como las soluciones viables, éticas y sostenibles que necesita tanto nuestro planeta como la humanidad.
Fuente: Portal El País
No hay comentarios sobre este contenido. ¡Publique el primero!