Gobierno activa reglamento de la Ley Nº 31339 y crea el COMPEAGRO para industrializar el agro

El Gobierno peruano oficializó el reglamento de la Ley Nº 31339 con la meta de acelerar la industrialización del agro y diversificar la economía agraria. La medida quedó formalizada a través del Decreto Supremo Nº 019-2025-MIDAGRI, suscrito el 6 de diciembre de 2025 por el presidente José Jerí, junto con la ministra de Economía y Finanzas, Denisse Miralles, y el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Vladimir Cuno.

El dispositivo establece un marco de alcance nacional que involucra a productores y actores de la agricultura familiar y de la agroindustria, y encarga al MIDAGRI la conducción de su implementación. La cartera deberá coordinar con gobiernos regionales y locales para orientar medidas que apunten a más valor agregado, fortalecimiento de cadenas productivas y mejores condiciones de competitividad en el campo.

El eje central será la creación del Plan Nacional de Competitividad Agroindustrial (COMPEAGRO), instrumento que deberá elaborarse en un máximo de 180 días desde la entrada en vigencia del decreto. El plan incluirá diagnósticos de la agroindustria rural y sus cadenas de valor, además de objetivos estratégicos, proyectos prioritarios y mecanismos de articulación, monitoreo y evaluación con enfoque regional.

Como complemento, el reglamento dispone la elaboración del Mapa de Desarrollo Económico Agroindustrial, destinado a identificar dinámicas productivas por departamento y orientar inversiones públicas y privadas bajo criterios de sostenibilidad, innovación y competitividad. En el frente financiero, se asigna a la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE) el rol de facilitar líneas de crédito para iniciativas agroindustriales en condiciones favorables, sin requerir recursos adicionales del Tesoro Público, y se plantea reforzar la innovación mediante la articulación entre productores.

Con este reglamento, el Ejecutivo busca convertir la industrialización del agro en una palanca de crecimiento y desarrollo rural, especialmente para la agricultura familiar. El reto inmediato será pasar del anuncio a la ejecución: definir proyectos, asegurar acceso real a financiamiento, coordinar con regiones y sostener estándares de calidad y sostenibilidad que permitan que la nueva hoja de ruta tenga impacto medible en productividad, empleo y competitividad.

FUENTE: Infobae