Autor: Portal The Food Tech
La industria alimentaria se enfrenta a un desafío constante para garantizar la seguridad y calidad de los productos que llegan a los consumidores. En este contexto, las normativas y regulaciones sobre los ingredientes alimentarios desempeñan un papel fundamental, estableciendo un marco que protege la salud pública y asegura la transparencia en la comercialización de alimentos.
Las normativas sobre ingredientes alimentarios varían de un país a otro, pero existen organizaciones internacionales, como el Codex Alimentarius, que proporcionan directrices armonizadas.
El Codex, establecido por la FAO y la OMS, es el punto de referencia para muchas legislaciones nacionales y se enfoca en la seguridad alimentaria, la protección del consumidor y el comercio justo. Sus directrices abarcan aspectos como límites máximos de residuos, aditivos permitidos, y la correcta rotulación de ingredientes.
A nivel regional, la Unión Europea (UE) cuenta con una de las legislaciones alimentarias más estrictas del mundo, regulada a través de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Del mismo modo, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) supervisa los ingredientes y aditivos para asegurar que cumplan con los requisitos de seguridad antes de ser aprobados para su uso.
En América Latina, países como México, Brasil y Argentina tienen normativas propias basadas en principios de seguridad alimentaria y regulaciones que son actualizadas periódicamente para alinearse con los avances científicos y las demandas del mercado.
De acuerdo con Innova Market Insights, un número creciente de consumidores presta especial atención a los alimentos naturales y mínimamente procesados. Y en áreas como:
En ese sentido, los consumidores piden que la industria de alimentos y de bebidas enfoque su liderazgo en la implementación práctica de la transición hacia una nutrición sostenible y positiva. Aunque esta transición puede abrir muchas puertas, la creciente presión legislativa puede obstaculizar la capacidad de la industria para traducirla en soluciones.
Esta presión se puede ver en las leyes de abastecimiento sostenible planificadas. Entre ellas, el Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR).
Esa ley obligaría a las empresas a presentar una declaración de “diligencia debida”, respaldada por datos de geolocalización, para verificar que sus productos no provengan de tierras deforestadas después de 2020. Dejando a las pequeñas y medianas empresas en la oscuridad en cuanto a su implementación.
Considerando la complejidad de estas nuevas leyes, las empresas del sector necesitan una plataforma y acceso a una comunidad que pueda guiarlas a través de este cambio de paradigma regulatorio.
El papel de la innovación de ingredientes alimentarios es clave para abordar la demanda de los consumidores de sostenibilidad y nutrición positiva. Siendo los principales actores en la entrega de soluciones innovadoras.
Esto incluye las creaciones de panadería veganas sin huevo, el aceite de palma cultivado éticamente, las alternativas de carne y pescado a base de plantas, y las proteínas texturizadas para conceptos híbridos y basados en plantas.
Sin embargo, la contribución de los innovadores de ingredientes tiene el potencial de generar impactos positivos más profundos para la comunidad alimentaria y de bebidas en general.
Los innovadores buscan una plataforma para demostrar su experiencia y potencial para agregar valor, y al combinar discusiones perspicaces e informativas. Junto con un enfoque en sesiones exclusivas de degustación de innovaciones alimentarias, se puede desarrollar un entorno de innovación colaborativa.
La incertidumbre regulatoria vinculada al cambio climático está destinada a seguir dominando la agenda en los próximos meses.
Notablemente, las solicitudes continuas de cambios y/o retrasos en la ley de deforestación de la UE, que está programada para entrar en vigor el 30 de diciembre de 2024, agregan incertidumbre regulatoria para la industria alimentaria y de bebidas.
Las cambiantes tendencias de consumo derivadas del nuevo panorama político, económico y ambiental, combinadas con la demanda de los consumidores de nutrición positiva y soluciones alimentarias innovadoras. También están destinadas a dominar las prioridades de la industria en un futuro previsible.
Finalmente, las empresas de alimentos y bebidas están destinadas a enfrentar un nuevo conjunto de obstáculos. El diálogo y la colaboración entre industrias, junto con soluciones prácticas, serán esenciales para garantizar la resiliencia en el camino a seguir.
Fuente: thefoodtech.com
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