Autor: Perú Info
La mandarina podría salvarnos de la gripe. Además, previene el envejecimiento y favorece el funcionamiento del corazón. De ahí que su consumo no debería subestimarse. Unos gajos de mandarina bañados en yogur natural pueden transformar cualquier desayuno en una inyección de vitalidad.
La mandarina, cuyo nombre científico es Citrus reticulata, es una fruta presente en casi todo el territorio nacional. Crece en los departamentos de San Martín, Madre de Dios, Lima, Junín, Cusco y Ayacucho. En Perú se cosecha principalmente seis variedades: Satsuma, Malvacea, King, Dancy, Kara, Murcott y Wilkings (Perú es el segundo exportador mundial de esta especie).
Es considerada una valiosa fuente de vitamina C y antioxidantes, su pulpa es ácida y dulce, al igual que la de otros cítricos.
Gracias a estas bondades, su ingesta fortalece el sistema inmune y evita contraer gripes y resfriados, sobre todo en invierno y en periodos de transición estacionaria.
Asimismo, la mandarina ayuda a reparar el daño celular ocasionado por los radicales libres, previene el envejecimiento e influye en el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
El ADN de esta fruta está compuesto por agua; motivo por el cual posee cualidades diuréticas y ayuda a disminuir la retención de líquidos. En las partes blancas de este fruto (ubicadas en la cáscara y en las membranas que cubren la pulpa), está la fibra: ideal para bajar de peso y mejorar el tránsito intestinal.
Además, cuenta con vitamina A, que contribuye a la formación de la retina y evita la aparición de enfermedades infecciosas. También tiene un impacto positivo en la salud reproductiva y otras investigaciones revelan que el consumo a largo plazo de jugo de mandarina podría contribuir en la reducción de colesterol total (LDL).
En su tabla nutricional figuran minerales como el hierro, necesario para fabricar hemoglobina y evitar la anemia; el magnesio, que influye de manera positiva en el sistema nervioso y muscular; y el potasio, que interviene en el buen funcionamiento del corazón.
Al consumir una mandarina, es posible adquirir una dosis de calcio ideal para el fortalecimiento de huesos y dientes. Asimismo cuenta con ácido fólico, recomendado para mujeres en periodo de gestación, pues favorece la formación del feto.
Un dato: las hojas de mandarina también son aprovechables como aperitivo y tónico.
Gracias a la diversidad de microclimas que hay en Perú, las mandarinas pueden cosecharse durante todo el año. Sin embargo, desde abril hasta agosto es la época de mayor prosperidad. Puede consumirse de forma natural, ideal para acompañar una ensalada, pero también es posible encontrarla en productos como mermelada y yogur.
La mandarina es muy usada para perfumar gelatinas, bizcochos y tartas gracias a su excelente aroma. En el mundo de la bombonería, se une al chocolate para crear irresistibles versiones. En la repostería, es posible aprovechar su pulpa para crear cheesecake, mousse, helados, glaseados y más.
Quienes aprovechan también las bondades de este cítrico, son la medicina y la cosmética natural. El aceite de mandarina es usado para conciliar el sueño y estimular el apetito. Además, es antiséptico y antiespasmódico. ¡Atrévete a probarla!
Fuente: Perú Info, 18 de junio de 2020
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