Autor: Portal Trade y Retail
La utilización de envases cada vez más sustentables es uno de los principales desafíos de la industria alimentaria. Para lograrlo, la tecnología ha tenido un papel fundamental, ya que permite una mayor automatización, la reducción de la cantidad de material aplicado y el desarrollo de materiales con propiedades cada vez más avanzadas.
Desde Sealed Air, empresa especializada en soluciones de envasado de alimentos y comprometida con la sustentabilidad, señala cuáles serán algunas de las tendencias sustentables para el envasado de alimentos en 2023. “No se trata solo de buscar soluciones más amigables con el medio ambiente, sino de extender la vida útil de los alimentos, reducir el desperdicio y optimizar el uso de todos los recursos invertidos en la producción de estos envases”, dice Caio Prado, líder de Sustentabilidad y Asuntos Regulatorios de Sealed Air.
El experto enumeró cuatro tendencias que se están observando en la industria del empaque y sus beneficios en términos de sustentabilidad:
Diseñar envases para ser reciclados es sin duda imprescindible para garantizar un futuro más sustentable. Los materiales “Recycle-Ready” son 100 % compatibles con los flujos de reciclaje LDPE/RIC4 y proporcionan una barrera de EVOH para una mayor protección y rendimiento del producto. Los productos “Recycle-Ready” son testeados de acuerdo con protocolos internacionales, como Association Plastics Recyclers (APR) y Plastics Recyclers Europe (PRE).
“Vale la pena recordar que el grado de reciclabilidad varía de acuerdo con el alcance y la disponibilidad de programas de recolección, clasificación y reciclaje de películas flexibles”, comentó Prado.
La automatización en los procesos de empaque y almacenamiento de productos puede reducir el desperdicio de material. Esto se debe a que los equipos de última generación son capaces de optimizar el uso del material de empaque durante el proceso, asegurando que solo se aplique la cantidad necesaria de recursos.
La integración de la automatización con los procesos digitales brinda a los clientes transparencia de datos en las operaciones y la trazabilidad del producto, al mismo tiempo, mejora los beneficios de sustentabilidad al prevenir la contaminación y reducir la cantidad de materiales utilizados en la protección del producto, el daño y el desperdicio de alimentos.
La automatización también se presenta como solución a la preocupación de los consumidores por la contaminación a lo largo del proceso de manipulación de alimentos, limitando los puntos de contacto a lo largo de la cadena de suministro siempre que sea posible.
“Tenemos el objetivo de hacer que las soluciones de empaque sean 100 % reciclables y producidas con, en promedio, un 50 % de contenido reciclado o renovable para 2025 y eso no se logra con solo cambiar un proveedor por otro. En primer lugar, el contenido reciclado debe ser evaluado y adaptado al uso previsto de ese embalaje”, afirma el ejecutivo.
“En segundo lugar, debemos prestar atención al origen del material reciclado para evitar la contaminación de los procesos involucrados, asegurando el cumplimiento de una política responsable. Finalmente, debemos trabajar para aprovechar las alianzas con diferentes stakeholders para mejorar la infraestructura de reciclaje local, la separación adecuada de materiales y las inversiones en tecnologías de reciclaje avanzadas”, concluyó Prado.
Los envases inteligentes pueden satisfacer las necesidades operativas, de marketing y de marca, conectando a los consumidores con los fabricantes y a los minoristas con los procesadores. Crea transparencia a través de datos y análisis y mejora la reputación de la marca a través de enfoques de consumo personalizados.
Con los avances de la tecnología a su favor, las marcas tienden a personalizar sus empaques para servir al consumidor de manera aún más amplia. “Esto es fundamental para que las empresas maximicen sus ventas, ya que la interacción crea un puente entre el consumidor y las marcas”, sostuvo el ejecutivo.
Durante siglos, la industria ha pasado por un proceso de producción lineal: extraer, fabricar, comercializar, usar y desechar. No se lograrán cambios de un momento a otro. Sin embargo, la búsqueda de estrategias de crecimiento más sustentables reflejada en las nuevas políticas de RSE ya ha impulsado acciones encaminadas a transformar un sistema industrial lineal en uno circular.
SEE, empresa especializada en soluciones de packaging comprometida con la sustentabilidad, comparte información acerca de la importancia de buscar estrategias de crecimiento más sustentables, con el objetivo de impulsar un sistema industrial circular en la industria de alimentos.
La circularidad se ha convertido en parte de la agenda recurrente en la industria alimentaria. Cerrar el ciclo de envasado para este segmento requiere un cambio que va desde la innovación en el desarrollo del material de envasado hasta la concientización sobre el desecho post-consumo, pasando por todo un proceso de ampliación de las operaciones logísticas y de reciclaje. Por eso, es fundamental entender que la economía circular es viable a través de una economía que cuenta con la colaboración de todos los implicados en el ciclo de vida de un producto.
“Como industria, nuestro compromiso es innovar siempre con el desarrollo de materiales que lleguen al mercado listos para ingresar a un sistema de producción circular, ya sean reciclados o reciclables. Esta tecnología, junto con la expansión de las políticas y operaciones de logística inversa y sumada al trabajo de las marcas en torno a la concientización del consumidor, sin duda nos ayudará a dar mayores pasos hacia la economía circular,” comenta Mariano Iocco, Director de Marketing de SEE para América Latina.
El punto de partida es la industria. Independientemente del volumen de material reciclado, es fundamental desarrollar soluciones que sean aptas para el reciclaje y la reinserción de los plásticos posconsumo en la cadena productiva. Además, el desarrollo de tecnologías que utilizan menos material de embalaje también impulsa la circularidad. En la industria del packaging, llamamos “nivel óptimo” al que utiliza la menor cantidad de plástico, por ejemplo, y logra el mayor nivel de protección para un alimento.
Un ejemplo son los desarrollos que realiza SEE en materiales de envases termoformados para proteínas. “Hoy ya contamos con envases con película delgada que consumen hasta un 40% menos de plástico por unidad de envasado, factor que ofrece a los productores de alimentos una reducción de la huella de carbono de hasta un 32% en el proceso productivo. En grandes volúmenes de venta, esta reducción repercute en menos residuos en el medio ambiente. Una solución muy relevante para un escenario de transición como el que estamos viviendo”, especifica el directivo. Soluciones como esta permiten completar la cadena productiva, posibilitando el avance de la circularidad del packaging en la industria alimentaria.
“Realmente creo que el escenario seguirá transformándose a medida que el consumidor también sea más consciente de su rol en la economía circular, ya sea realizando la eliminación correcta de residuos o incluso exigiendo a las empresas y autoridades alternativas y condiciones sostenibles para que hagan su aporte al proceso. El propio envase ya puede tener un sistema de conectividad y, a través de un código QR, llevar al consumidor a un entorno de información sobre la forma correcta de desechar o reciclar de ese producto,” finalizó Iocco.
Fuente: tradeyretail.com
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