Aplicación de tecnologías para mantener una cadena de frío segura en los alimentos
Autor: Renzo Castillo
Para todo alimento que necesite del frío para su conservación, se debe tener en cuenta varias medidas de seguridad para mantener la cadena de frío y preservar de esta manera su calidad, nutrientes y propiedades organolépticas. En estos tiempos, donde la seguridad en la trazabilidad de los alimentos debe tener aun mejores protocolos, es imprescindible implementar medidas y mejorarlas con ayuda de nuevas tecnologías y aplicaciones que podemos utilizar para optimizar el viaje de los alimentos.
Ciertos microorganismos presentes en los alimentos pueden ser destruidos al momento de la cocción de alimentos; estos se alteran por la acción de bacterias en temperatura ambiente, al estar entre los 5 °C y 65 °C. Bajo estas condiciones, los microorganismos patógenos crecen y se multiplican rápidamente, este riesgo es el que debemos reducir manteniendo la temperatura apropiada de los alimentos que necesiten mantenerse a bajas temperaturas.
La aplicación de tecnologías para mantener nuestros alimentos en su temperatura ideal de frío, entre los 0 °C y 5 °C, juega un papel importante, desde el momento en que llegamos a casa y clasificamos nuestros alimentos. Etiquetar los productos alimenticios para su diferenciación es una muy buena opción para iniciar nuestro almacenamiento de productos; el uso de un termómetro que controle la temperatura de los refrigerados es otra herramienta importante; la utilización de envases distintos nos ayudará a una correcta clasificación de alimentos dentro de nuestros contenedores de fríos y temperatura ambiente.
Tener en cuenta que los alimentos que se necesiten descongelar deben colocarse en envases tapados para que el exudado que se desprenda de los cárnicos no caiga encima de otros alimentos y los contamine. Por ello, es importante limpiar con frecuencia los refrigeradores y cumplir siempre con la regla FIFO (first in, first out), que lo primero que entra sea lo primero que sale. Esta es otra regla de oro al momento de clasificar el guardado de nuestros alimentos, ya que nos ayudará a consumir primero los productos que tienen una fecha más próxima de caducidad, previamente a estas acciones podemos confirmar que se ha desarrollado un trabajo de codificación y etiquetado en la cadena productiva de estos alimentos, y que desde ahí nos garantizan su calidad y cuidado desde su selección.
Las etiquetas de los productos alimenticios nos pueden ayudar, pues en muchos casos nos informa del modo de conservación más adecuado; no tiremos los envases de productos sin saber antes su modo de conservación y de empleo; no debemos almacenar productos o limpiadores químicos junto con alimentos, y menos utilizar contenedores para almacenar alimentos o recipientes que hayan contenido productos no alimenticios o sustancias químicas.
Las bolsas de plástico herméticas para congelar son muy útiles para el envasado, pero son desechables y la mejor opción es quitar la mayor cantidad de aire posible. Por otro lado, hay que tener en cuenta que cuando los alimentos se congelan se expanden, por lo que habrá que dejar un espacio proporcional para evitar que los envases estallen.
Finalmente, además de las recomendaciones que debemos tomar en consideración para la conservación de nuestros alimentos, en esta coyuntura también tenemos que realizar medidas frente al nuevo virus en el entorno y estar al tanto de sus estudios sobre su supervivencia. Actualmente, se observa que puede sobrevivir incluso varios años en temperaturas de congelación, por ende, el método de conservación de alimentos no implicaría la destrucción del virus. Si la congelación ni siquiera es capaz de destruirlo, entonces se puede deducir que los niveles de refrigeración no serán medidas seguras para el consumo posterior de los alimentos.
El riesgo de que pueda existir COVID-19 adherido a la superficie de una bolsa es bajo, y en todo caso esa carga viral que haya podido traspasar el envoltorio por alguien que manipule la bolsa también sería muy baja. Ya en el caso que quisiéramos un riesgo cero, podríamos pasar un paño con lejía alrededor de los envoltorios no porosos. Y como siempre, el mejor consejo y más eficiente seguiría siendo el lavado de manos antes de hacer las compras, al volver de las mismas y después de ordenar los alimentos en la alacena y refrigeradores.
Mayor Información: https://ciptech.pe/









_Mesa de trabajo 1 (1).png)
.gif)
.gif)

-423-x-356-px.jpg)
.jpg)

























.png)











.png)





















.jpg)

.png)

.png)
.png)























003.png)



















































