Autor: Food News Latam
Ya existe un procedimiento regulatorio líder en el mundo para incubar el naciente sector de tecnología alimentaria. La UE está preparada para convertirse en un nuevo Silicon Valley para las empresas de carne cultivada, cosechando enormes recompensas económicas y ambientales, porque ya existe un marco regulatorio estándar para aprobar nuevos productos.
Los Ministros de Agricultura de la UE se reunirán mañana por la noche (23 de enero) para discutir la regulación de la carne cultivada dentro del bloque de 27 Estados miembros, y se espera que surjan preocupaciones sobre el proceso de aprobación.
"Ya contamos con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Reglamento sobre Nuevos Alimentos para garantizar que los productos seguros y nutritivos lleguen rápidamente al mercado de la UE", dijo Jasmijn de Boo, director ejecutivo global de ProVeg International.
“Esto configura firmemente a la UE como un Silicon Valley para las empresas de carne cultivada, brindando seguridad de ingresos y mejores medios de vida a miles de agricultores y dando un impulso muy necesario a la biodiversidad cuando se libera tierra. Es un momento tremendamente emocionante para el bloque”, añadió De Boo.
De Boo advirtió que la UE necesitaba disipar efectivamente cualquier preocupación sobre la carne cultivada, de lo contrario podría quedarse atrás en la carrera global de tecnología agrícola para beneficiarse de la industria emergente.
“Singapur y Estados Unidos ya han aprobado algunos productos, abriendo el camino a seguir por otros. Así que la UE ya tiene que ponerse al día. Pero el terreno ya está preparado y las empresas europeas innovadoras ya se están preparando para llevar sus productos a los consumidores europeos”, afirmó De Boo.
Se espera que las proteínas alternativas alcancen entre el 11% y el 22% del mercado total de proteínas para 2035. El tamaño del mercado mundial específicamente para la carne cultivada podría representar 20 mil millones de dólares para 2030.
Los estudios también tienen un alto nivel de confianza en que una industria de carne cultivada en desarrollo creará nuevas oportunidades de empleo y beneficiará la seguridad alimentaria, la salud humana y los animales. Si la UE adopta un enfoque audaz e innovador, estas previsiones de referencia podrían superarse.
Los Países Bajos, España y Alemania ya han realizado importantes inversiones en carne cultivada.
El gobierno holandés anunció en abril de 2022 que tenía que apoyar la creación de un ecosistema de agricultura celular nacional como parte del Fondo Nacional de Crecimiento del país. El Gobierno español, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), concedió 5,2 millones de euros a un proyecto de carne cultivada liderado por BioTech Foods que investiga los impactos de la carne cultivada en la salud en la prevención del cáncer de colon y la dislipidemia.
En Alemania, el gobierno anunció a finales del año pasado que había destinado 38 millones de euros en su presupuesto de 2024 para la promoción de proteínas de origen vegetal, fermentadas con precisión y cultivadas con células.
Sin embargo, la primera solicitud de aprobación para carne cultivada en Europa se produjo fuera de la UE, en Suiza, cuando Aleph Farms presentó este año la aprobación para filetes de carne de vacuno cultivada por parte de las autoridades suizas. La misma empresa también ha solicitado la aprobación de las autoridades del Reino Unido.
La ampliación de la producción de carne cultivada trae consigo una serie de beneficios ambientales. Una evaluación del ciclo de vida muestra que la carne de vacuno cultivada podría dar lugar a una reducción del 92 % de la huella de carbono si se utiliza energía renovable en el proceso de producción, el 95 % del uso de la tierra y el 78 % de las necesidades de agua, en comparación con la producción de carne de vacuno convencional.
Además, la carne cultivada permitirá liberar más tierras actualmente dedicadas a la ganadería, permitiendo que estas áreas se utilicen para la reforestación, la protección de la biodiversidad y la reconstrucción, todo lo cual permitiría que la naturaleza se regenere y absorba más CO2.
Fuente: foodnewslatam.com
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