Desarrollan film biodegradable a partir de residuos de aceite de oliva para conservar alimentos
Autor: Valeria Muñoz Espinoza - Equipo Industria Alimentaria

Investigadores de la Universidad de Concepción, en colaboración con las empresas Agrosuper y Chile Oliva, han iniciado el proyecto "Biosmartfilm", cuyo objetivo es extender la vida útil de productos perecibles, como el pollo fresco refrigerado, mediante el desarrollo de un film biodegradable elaborado a partir de residuos de la producción de aceite de oliva. Esta iniciativa busca reducir el desperdicio de alimentos y ofrecer una alternativa sostenible a los envases plásticos convencionales utilizados en la industria alimentaria.
El equipo, liderado por la profesora Johanna Castaño Agudelo del Departamento de Ingeniería Química, se centra en el aprovechamiento del alperujo, un subproducto generado durante la extracción del aceite de oliva. Este residuo es rico en biomoléculas con propiedades antioxidantes y antimicrobianas, lo que lo convierte en un material ideal para la conservación de alimentos. Mediante técnicas avanzadas de micro y nanoencapsulación, estas biomoléculas se integran en matrices biodegradables compuestas por bioplásticos como el poliácido láctico y almidón modificado, garantizando la funcionalidad del material y su biodegradabilidad.
Los materiales seleccionados destacan por sus propiedades termo-mecánicas y reológicas, asegurando su compatibilidad con los procesos de fabricación industrial existentes sin necesidad de inversiones adicionales en infraestructura. Este enfoque no solo facilita la implementación de la tecnología en la industria alimentaria, sino que también promueve un modelo de economía circular al transformar residuos industriales en recursos valiosos. De esta manera, se reduce el impacto ambiental y se optimizan los costos de producción, alineándose con las crecientes regulaciones en torno a la reducción de plásticos de un solo uso.
El proyecto, con una duración prevista de dos años, busca ofrecer una solución innovadora que no solo mejore la conservación y calidad organoléptica de los alimentos, sino que también impulse la valorización de subproductos industriales. En este sentido, el desarrollo del Biosmartfilm representa un avance significativo en la búsqueda de alternativas más sostenibles para la industria del embalaje alimentario, en un contexto donde los consumidores y reguladores demandan cada vez más soluciones ecológicas.
Además, el impacto de esta tecnología podría extenderse más allá de la industria cárnica, con aplicaciones en el envasado de frutas, hortalizas y otros productos frescos. La capacidad del material para proteger contra la oxidación y el crecimiento microbiano abre nuevas oportunidades para mejorar la seguridad alimentaria y prolongar la vida útil de diversos alimentos, reduciendo el desperdicio en toda la cadena de suministro. Si el proyecto logra los resultados esperados, podría convertirse en una alternativa viable y escalable para el sector, contribuyendo a la reducción del uso de plásticos convencionales y fomentando un modelo de producción más sustentable a nivel global.
Fuente: THE FOODTECH