La microbiología, clave para una nueva generación de alimentos más seguros y duraderos
Autor: Yanithza Mendoza Alvarado - Equipo Industria Alimentaria
Investigadores desarrollan soluciones basadas en microorganismos con actividad antifúngica para reemplazar conservantes químicos.

La industria alimentaria enfrenta un desafío constante: el deterioro prematuro de los alimentos, que genera grandes pérdidas económicas y un desperdicio insostenible. Para hacer frente a esta problemática, crece el interés en desarrollar estrategias de conservación más naturales y sostenibles. Dentro de estas, la bioprotección se destaca como una de las líneas más prometedoras. Esta estrategia utiliza microorganismos benéficos o sus compuestos antimicrobianos para inhibir el crecimiento de patógenos y microorganismos alteradores, lo que mejora la seguridad y estabilidad de los alimentos durante su almacenamiento.
En este marco, la investigación de María Itatí Amieva, licenciada en Nutrición y doctorada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos en el Instituto de Química de San Luis se centra en evaluar metabolitos microbianos como aditivos naturales para extender la vida útil de productos de panificación. Para ello, selecciona microorganismos con actividad antifúngica y estudia los compuestos responsables de inhibir el crecimiento de hongos, buscando así una alternativa eficaz y natural frente a los conservantes químicos convencionales.
El proyecto emplea herramientas microbiológicas para enfrentar uno de los mayores retos de productos perecederos como el pan. Este alimento básico, presente en la dieta diaria de diversas culturas, es especialmente susceptible a la contaminación fúngica, que no solo deteriora sus cualidades sensoriales y físicas, sino que también puede generar micotoxinas. Estas toxinas, resistentes al calor, representan un riesgo significativo para la salud pública. Por ello, el desarrollo de soluciones biológicas para la conservación adquiere una importancia estratégica tanto para productores como para consumidores.
En el laboratorio, el equipo de investigación aisló seis cepas de hongos provenientes de productos de panificación para evaluar su sensibilidad frente a agentes antifúngicos. Algunos microorganismos obtenidos de bebidas fermentadas mostraron una alta capacidad para inhibir el crecimiento fúngico, acción que se potenció al combinarse con extractos vegetales elaborados en laboratorio. Los resultados sugieren que esta combinación de agentes naturales podría superar la efectividad de los conservantes químicos tradicionales, abriendo así una alternativa más saludable y sostenible para la conservación alimentaria.
La microbiología se consolida como una herramienta clave para combatir el desperdicio de alimentos y avanzar hacia una producción más segura y sostenible. El uso de microorganismos con propiedades antifúngicas ofrece alternativas naturales frente a los conservantes sintéticos. En línea con estos avances, el Curso Internacional de Control Microbiológico en la Industria Alimentaria, que se llevará a cabo los días 15, 16 y 17 de octubre, ofrece una instancia de formación técnica para abordar el control de patógenos, la bioprotección, el uso de compuestos antimicrobianos naturales y las tecnologías aplicadas a la conservación de alimentos.
¡Aprovechá esta oportunidad para profundizar en estrategias innovadoras que transforman la seguridad y la calidad en la industria alimentaria!
.FUENTE: Universidad Nacional de San Luis