México prohíbe el uso de grasas trans en alimentos procesados
Autor: Revista IAlimentos
La Cámara de Diputados de México aprobó con 472 votos el artículo que prohíbe el uso de grasas trans en los alimentos industrializados. ¿La industria está preparada para adaptarse a esta nueva normativa?
Recientemente, prohibió el uso de grasas trans añadidas en alimentos industrializados, luego de que el Senado de la República promoviera esta iniciativa desde el 2021. Un paso que celebra el sector salud, pero que representa un reto para la economía del país.
Con 472 votos, 0 en contra y en abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad esta normativa, la cual quedó publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 24 de marzo.
De esta forma a la Ley General de la Salud se añadió el artículo 216 Bis, que establece que los aceites y grasas comestibles, así como los alimentos y bebidas alcohólicas, no pueden contener aceites parcialmente hidrogenados (grasas trans) añadidos durante su proceso de elaboración industrial.
“Los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total de ácidos grasos”, dice dicho artículo.
A partir de la fecha de publicación del artículo, las compañías de la industria de alimentos y bebidas cuentan con 6 meses para hacer los respectivos cambios que les permita adaptarse a esta nueva norma.
¿Qué son las grasas trans?
Las grasas trans añadidas son grasas insaturadas que se han transformado en una forma más sólida mediante un proceso llamado hidrogenación parcial. Este proceso químico se utiliza para aumentar la durabilidad y la estabilidad de las grasas y aceites, así como para mejorar la textura y el sabor de los alimentos.
Las grasas trans añadidas se utilizan comúnmente en la industria alimentaria para la producción de alimentos procesados, como margarina, productos de panadería, alimentos fritos y comida rápida, entre otros.
Alimentos que contienen grasas trans
Las grasas trans se encuentran principalmente en alimentos procesados que contienen aceites parcialmente hidrogenados. Algunos ejemplos comunes de alimentos que pueden contener grasas trans incluyen:
- Margarina y mantequilla en barra
- Productos de panadería, como galletas, pasteles y panes
- Alimentos fritos, como papas fritas y pollo frito
- Comida rápida, como hamburguesas, papas fritas y nuggets de pollo
- Comida congelada, como pizzas, burritos y empanadas
- Alimentos procesados, como salsas, aderezos para ensaladas y sopas enlatadas.
Es importante leer las etiquetas de los alimentos para identificar si contienen grasas trans. En las etiquetas de ingredientes, las grasas trans pueden aparecer como "aceites vegetales parcialmente hidrogenados" o "aceites hidrogenados".
¿La industria está lista para la prohibición de grasas trans?
A pesar de que la Secretaría de Economía del país se opuso a esta iniciativa por las repercusiones que podría significar para la industria esta nueva normativa, el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC) realizó un estudio en el que reveló que el país estaba en “desventaja” en comparación de otros países que ya habían dado este paso de eliminar las grasas trans de la producción alimentaria.
México se une así a Estados Unidos y Canadá en implementar prohibiciones a nivel nacional de aceites parcialmente hidrogenados. Respecto a Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, y Uruguay ya han establecido límites para los ácidos grasos trans de producción industrial en grasas/aceites (2%); y en Chile, esto también se aplica a todos los alimentos; los otros países tienen límites de 5%, según la Organización Panamericana para la Salud (OPS).
Sin embargo, esta medida de regulación representa algunos retos y dificultades para la industria, entre ellas:
- Cambios en la formulación de los productos: la industria tendrá que modificar sus recetas para evitar el uso de grasas trans en los alimentos y bebidas procesados. Esto podría implicar la búsqueda de nuevas fuentes de grasa, el uso de aceites no hidrogenados, o la reformulación de los productos para reducir su contenido de grasas en general.
- Costos adicionales: aunque la industria ya tiene alternativas biotecnológicas a la hidrogenación parcial, estas pueden ser costosas para la industria, ya que puede requerir cambios en el equipo de producción, la adquisición de nuevos ingredientes y la realización de pruebas y certificaciones para cumplir con los nuevos requisitos legales.
- Pérdida de sabor y textura: las grasas trans se han utilizado en la industria alimentaria para mejorar el sabor y la textura de los alimentos y bebidas procesados. Por lo tanto, la eliminación de estas grasas podría afectar el sabor y la textura de los productos y requerir ajustes adicionales en la formulación para mantener la calidad del producto.
Fuente: revistaialimentos.com








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