Nuevo bioplástico, mejor y más conservación.
Autor: Valeria Muñoz Espinoza - Equipo Industria Alimentaria
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Investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea 'La Mayora' (IHSM, UMA-CSIC) presentan una nueva alternativa al plástico convencional al ser material biodegradable.
Este trabajo desarrollado en Málaga, se trata de un bioplástico elaborado a partir de celulosa, para envasar alimentos de consumo rápido, con el objetivo es que pueda usarse para recubrir pan, magdalenas o galletas, o como complemento a otros envases sólidos como los que se emplean en la carne o el pescado.
En cuanto a su elaboración, los investigadores han mezclado celulosa comercial, que es el principal componente de las plantas, y glicerol, un alcohol con aspecto aceitoso que posee propiedades lubricantes y ablandantes. Susana Guzmán, miembro del equipo investigador, comenta que esto es una estrategia sencilla, sin embargo, no se había explorado hasta el momento.
Guzmán también menciona que se han realizado las primeras pruebas reales y que los resultados del experimento son prometedores pues se ha comprobado ganancia de tiempo en conservación con este nuevo material, manteniéndose tierno durante una semana mientras que con otros como el papel solo dura dos o tres días.
Entre sus características encontramos que:
- Es inocuo para el medio ambiente.
- Repele agua y microorganismos patógenos
- Es elástico, maleable y transparente.
Según los expertos, el objetivo era encontrar una manera sencilla de desarrollar un material a través de residuos agrícolas que fuera transparente, resistente y biodegradable como alternativa a los plásticos de uso común, derivados de fuentes fósiles.
En el artículo “Transparent, plasticized cellulose-glycerol bioplastics for food packaging applications” publicado en la revista International Journal of Biological Macromolecules, se explica que para desarrollar este material emplearon celulosa, una sustancia que proporciona rigidez y resistencia a las paredes celulares de las plantas. Luego, la disolvieron hasta obtener una solución transparente. A continuación, añadieron glicerol, una sustancia con propiedades aglutinantes que le aportó a la mezcla las cualidades plastificantes.
La investigadora Guzmán también indica que, tras preparar distintas soluciones, el grupo científico evaporó el disolvente y obtuvo distintas películas transparentes. Todas ellas mostraron una buena resistencia y conservaron sus propiedades sin descomponerse al contactar o pasar directamente a los alimentos, un requisito obligatorio para su potencial uso en envases.
En ese ámbito se continúa trabajando en mejorar parámetros que son necesarios en la industria alimentaria, como la barrera de oxígeno que permita aislar los alimentos atrasando su descomposición y demás.
Algo impresionante que destacar sobre esta investigación son los experimentos de degradación en agua de mar para comprobar cómo se descomponía de forma natural en los entornos acuáticos, confirmando que este bioplástico se degrada con más facilidad debido a su contenido en glicerol, dado que los microorganismos pueden consumirlo y nutrirse del mismo.
De esta forma, este trabajo aún sigue a escala de laboratorio y por el momento no va a sustituir el polietileno, pero es un gran avance en las alternativas, así el siguiente paso de los investigadores es mejorar la fórmula de este bioplástico, produciendo más envases alimentarios amigables con el medioambiente e inocuos para el ser humano.
Fuente: Portal Diario Sur